Socialistas y democristianos rechazan el nuevo borrador de Constitución para Chile

Los partidos Socialista (PS) y Democracia Cristiana (DC) de Chile se pronunciaron hoy contra el borrador de nueva Constitución para el país, redactado y aprobado con mayoría de las fuerzas de centroderecha en el seno del Consejo Constitucional, y que será sometido a referendo.

El presidente de la DC, Alberto Undurraga, llamó a votar en contra del texto, del que dijo que "retrocede en derechos", y sostuvo que es peor que el anterior -rechazado en plebiscito en 2022- y que el de la carta magna vigente, sancionada en 1980, bajo la dictadura de Augusto Pinochet.

“Es un texto que retrocede en derechos, es un texto que es ineficiente e ineficaz, es un texto que es populista”, dijo a la prensa Undurraga, y agregó que su partido opina que "el texto que se propone es peor que el anterior y es peor que el vigente”.

"No he escuchado a nadie en la DC que le guste el texto tal como está”, afirmó el dirigente y añadió que, sin embargo, los democristianos buscarán “cerrar el proceso constitucional", porque el país “requiere certidumbre”.

“El proceso independiente del resultado se acaba el próximo 17 de diciembre: si gana la opción en contra, como espero, cualquier modificación a la Constitución debe hacerse en el marco de reformas constitucionales, no en un nuevo proceso”, cerró Undurraga.

Más temprano, el consejero constitucional del PS, Alejandro Köhler, afirmó que la derecha “cometió los mismos errores” del proceso anterior y que el borrador de nueva carta magna aprobado ayer es “excluyente, dogmático y fundamentalista”.

“Impone finalmente una sola mirada, una sola moral, eso significa que gran parte del país ha quedado excluida de este texto constitucional”, dijo al canal T13.

“Lamentablemente Chile hoy no tiene un texto constitucional que representa esta diversidad política, territorial y social que caracteriza a nuestro país”, manifestó Köhler, que adelantó que el PS votará en contra del texto en el plebiscito del próximo 17 de diciembre.

“Nosotros señalamos un rumbo claro: no podemos aprobar este 17 de diciembre”, afirmó el consejero, que agregó que de aprobarse el texto ve "un inmenso riesgo de polarización”.

Por su parte, el partido Amarillos por Chile, conformado por antiguos miembros de la DC, llamó a votar a favor de la propuesta y opinó que el texto aprobado es “mejor” que la Constitución vigente.

“Valoramos, especialmente, la consagración de un Estado social y democrático de derecho; la ampliación de derechos sociales; los avances en los derechos de las mujeres; el reconocimiento a los pueblos indígenas; los cambios al sistema político; la descentralización y la modernización del Estado y el compromiso con el cuidado del medio ambiente, la sustentabilidad y el desarrollo”, dijo Amarillos en una declaración publicada en redes sociales.

En tanto, el Partido Republicano y la coalición de derecha Chile Vamos ya se definieron a favor de la propuestas, mientras Demócratas aún no definió su postura para el plebiscito.

Lo mismo ocurre con el Gobierno que, aunque es conocida su opinión en contra del borrador de nueva carta magna, aún no se pronunció de manera taxativa.

La propuesta de nueva Constitución fue aprobada ayer con 33 votos a favor y 17 en contra y será entregada al presidente Gabriel Boric el próximo martes, para que sea votada por la ciudadanía en un plebiscito obligatorio el 17 de diciembre.

Desde su inicio, el proceso generó roces entre el oficialismo y la oposición debido a la aprobación de varias enmiendas polémicas que para el Gobierno significan “retrocesos” en distintas materias.

Este nuevo proceso constituyente, que comenzó el pasado 7 de junio, se originó luego del fracaso del intento anterior, que surgió de las protestas ciudadanas tras el estallido de octubre de 2019 y tras un plebiscito que por 80% de los votos apoyó un cambio de la actual Constitución de la época de Pinochet.

El anterior y fallido proyecto de Constitución, redactado en su mayoría por convencionales constituyentes de izquierda e independientes, fue rechazado por 61% de los chilenos el 4 de septiembre de 2022.