"Argentina, con los medicamentos más caros del mundo, es un paraíso para traficantes y adictos"

Denuncian que al reponer la "recomendación y/o sugerencia de la marca comercial" de los medicamentos el Presidente entrega un negocio oligopólico y de US$9.000 millones anuales a un grupo de 300 laboratorios.

Para el Consejo directivo de Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB), "el Presidente proclama libertad y competencia pero le adjudica un negocio oligopólico y multimillonario (9000 millones de dólares anuales) a un reducido grupo de 300 laboratorios, cuyo número no se modifica desde el año 1990, gracias a las regulaciones "a la carta" pedidas por el lobby de las farmacéuticas concedidas por la "casta" política".

Según SAFyB fue una clara respuesta al pedido "de la poderosa industria farmacéutica (que reconoció haber aportado fondos a la campaña presidencial)".

Según un comunicado del sindicato, el artículo 1 del Decreto 63/24 repone la "recomendación y/o sugerencia de la marca comercial realizada por el médico…" y pone trabas a la sustitución farmacéutica porque establece que: "el sistema de receta electrónica deberá devolver al profesional actuante la información en caso de sustitución en farmacia para preservar un adecuado seguimiento del tratamiento clínico del paciente", con lo cual es evidente que los farmacéuticos no intercambiarán las marcas de medicamentos para no alterar el "adecuado seguimiento del tratamiento clínico del paciente".

Por ello, afirman que el decreto incurre en falacia porque "los medicamentos genéricos no alteran el tratamiento clínico del paciente porque son equivalentes; así lo demuestran los 22 años de vigencia de la ley 25649, exentos de denuncias de alteraciones de tratamientos clínicos provocados por sustituciones farmacéuticas". Y ello, según denuncia: "alimenta la corrupción por la cual las grandes farmacéuticas premian a los médicos para que prescriban y recomienden sus marcas comerciales caras sobre la base de argumentos falsos, ya que ningún laboratorio puede alegar mayor o mejor calidad que otro porque todos están sometidos a los mismos controles y exigencias establecidas por la ANMAT. Ni los países más capitalistas del mundo se atrevieron a tanto, justamente ellos respetan al individuo y obligan al empresario farmacéutico a competir". En tanto, sobre el artículo 3 del Decreto 63/24, que dispone que en los establecimientos que no estén habilitados como farmacias "la comercialización de medicamentos de condición de expendio de venta libre estará limitada a los antiácidos y los analgésicos", afirman que eso supone que entienden que "antiácidos y analgésicos son inocuos y libres de riesgo", cuando, según SAFyB, es falso, y cita a la OMS:

“La automedicación crece y la creencia de que un analgésico o antiácido son inocuos agrava más la situación, lo cual se empeora con la publicidad masiva y engañosa, pero debe saberse que todos los medicamentos tienen efectos adversos”.

"Advierten que antiácidos y analgésicos pueden causar gastritis y hemorragias digestivas que terminan en nuevas consultas médicas y cirugías y, en otros casos, provocan daño renal porque se toman en forma excesiva, justamente porque se cree que son inocuos", por ello exigen que si no requieren receta médica sí deben, al menos, estar "bajo control del profesional farmacéutico, es decir: expendio libre en farmacia". Además, sostiene que las consecuencias de liberar la venta de antiácidos y analgésicos las pagará el Estado y el Ministerio de Salud dado que debería saber que "el uso irracional de analgésicos causa 5400 muertes anuales" en Argentina, que "para un uso adecuado de analgésicos es importante consultar a un profesional" y que "la automedicación es riesgosa".