Martínez Allende reflexionó sobre los 40 años de la democracia argentina

El próximo 10 de diciembre, la República Argentina llega a las cuatro décadas de democracia ininterrumpida. Un hecho histórico que se vio reflejado con la asunción del expresidente Raúl Alfonsín y que la legisladora provincial, Liliana Martínez Allende, revisa exhaustivamente.

La Legisladora provincial y Presidenta de la Unión Cívica Radical de Tierra del Fuego, sostuvo que los argentinos “estamos viviendo tiempos difíciles” y en un contexto al que calificó de “complejo”. Aunque resaltó que se trata de un tiempo “para reflexionar” en consonancia con los “logros que obtuvimos desde ese 10 de diciembre de 1983”. En este sentido, evaluó necesario “honrar con las acciones, el pensamiento, la lucha y los valores”, del reconocido Padre de la Democracia argentina.

UNA DEMOCRACIA ANSIADA, GANADA Y PERMANENTE

Martínez Allende consideró que el país, transita “una democracia que nos permite hoy, seguir eligiendo quienes nos gobiernan” y pidió “recordarlo en estos tiempos, más que nunca. Porque para los argentinos, es una responsabilidad que se nos acerca nuevamente muy pronto”, sostuvo ante la proximidad de fechas eleccionarias en Tierra del Fuego y el país.

“El proyecto político que el radicalismo proponía en 1983 no era un proyecto más, sino que expresaba la voluntad de generar el consenso necesario para la construcción de un Estado legítimo y acabar con los intentos fallidos de restauración de la democracia. Fue el último gran proyecto de gobernanza estratégica que tuvo el país”, señaló.

“Alfonsín fue el más grande estadista que tuvo nuestro país en los últimos años. Y aunque algunos acentuarán que no concluyó su mandato, y otros ‘le achacarán’ la obediencia debida o la hiperinflación, fue también el presidente que soportó 13 paros generales y los levantamientos ‘carapintadas’”. No obstante, la referente del radicalismo legislativo subrayó: “No podemos olvidar uno de sus mayores logros: Juzgó, sin precedente en el mundo, a las juntas militares”.

En otro párrafo, la Legisladora de Tierra del Fuego, recordó las palabras del expresidente: "... los argentinos hemos aprendido, a la luz de las trágicas experiencias de los años recientes, que la democracia es un valor aún más alto que el de una mera forma de legitimidad del poder, porque con la democracia no solo se vota, sino que también se come, se educa y se cura."

Al rememorar estas palabras, Martínez Allende también ponderó: “Pasaron 40 años desde entonces. Y nuestros hijos, esa generación del 83 en adelante, gracias a Dios nacieron y se criaron bajo una bandera libre y soberana. Bajo el amparo de la democracia restaurada”.

“Durante su mandato, Alfonsín enfrentó dos grandes desafíos: La consolidación de la democracia y la obra general de Gobierno, condicionada por la inflación y la crisis económica”

“Alfonsín recibió en sus últimos años de vida el respeto de todos los dirigentes políticos que le reconocieron finalmente su esfuerzo por asentar la democracia en momentos muy difíciles y sobre todo por su extraordinaria honradez” .

“La política de derechos humanos de su gobierno sólo pudo llevarse adelante gracias a la convicción y la firmeza con la que se condujo. Un proceso que sin lugar a dudas merece un reconocimiento histórico.  De hecho, Alfonsín eligió asumir un 10 de diciembre, porque es el día de los DDHH”.

“El futuro de nuestro país debe estar iluminado por sus palabras, por su coherencia, por su forma de dotar de sentido a la actividad política”, cerró Liliana Martínez Allende.